La OMS publica directrices y herramientas para mejorar los pequeños suministros de agua

“Para que nuestros ríos lleguen sanos al mar”

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Imagen: Pablo González-Cebrián/ Fotos iAgua.

El documento titulado "Directrices para la calidad del agua potable recientemente lanzadas: pequeños suministros de agua y paquetes de inspección sanitaria asociados"  que tiene como objetivo mejorar la calidad del agua, priorizar la salud pública, adoptar un enfoque basado en el riesgo y apuntar a una mejora progresiva.

La OMS ha publicado hoy viernes directrices y herramientas para mejorar los pequeños suministros de agua, en un nuevo documento titulado "Directrices para la calidad del agua potable recientemente lanzadas: pequeños suministros de agua y paquetes de inspección sanitaria asociados"  que tiene como objetivo mejorar la calidad del agua, construir una prestación de servicios más resiliente y combatir los aumentos repentinos de enfermedades en comunidades vulnerables y con recursos limitados.

"La inversión en pequeños suministros de agua sirve como una estrategia doble: reducir eficazmente la incidencia de enfermedades transmitidas por el agua y reducir los gastos generales relacionados con la prevención de enfermedades y los costos asociados de atención médica", dijo la Dra. María Neira, Directora de Medio Ambiente de la OMS. Departamento de Cambio Climático y Salud. "Los pequeños suministros son especialmente susceptibles a los impactos del cambio climático en la calidad y cantidad del agua, lo que añade urgencia a nuestros esfuerzos por llegar a todos con agua potable gestionada de forma segura".

Aunque se han logrado avances importantes, en 2022, 2.200 millones de personas todavía carecían de acceso a agua potable gestionada de forma segura, la mayoría de las cuales vive en zonas rurales, que suelen contar con pequeños suministros de agua. Los pequeños suministros de agua a menudo enfrentan desafíos técnicos y de recursos que afectan su capacidad para brindar servicios seguros y confiables. Por lo tanto, tienen más probabilidades de experimentar deficiencias relacionadas con la seguridad, lo que provoca enfermedades relacionadas con el agua e impactos sociales y económicos adversos. Para superar estos desafíos, las políticas y regulaciones deben considerar explícitamente los pequeños suministros de agua.

Aunque se han logrado avances importantes, en 2022, 2.200 millones de personas todavía carecían de acceso a agua potable gestionada de forma segura, la mayoría de las cuales vive en zonas rurales.

Basándose en el marco de la OMS para el agua potable, las Directrices proporcionan seis recomendaciones de última generación sobre el establecimiento de reglamentos y normas de calidad del agua potable que se basen en la salud y sean apropiados para el contexto; sobre la gestión proactiva de los riesgos mediante la planificación de la seguridad del agua y las inspecciones sanitarias; y sobre la realización de una vigilancia independiente. Estas recomendaciones se derivan de una revisión exhaustiva de la evidencia y de mejores prácticas comprobadas, y se basan en diez principios transversales, como priorizar la salud pública, adoptar un enfoque basado en el riesgo y apuntar a una mejora progresiva.

Se alienta a los gobiernos y otras partes interesadas de todo el mundo a adoptar estas recomendaciones para abordar los pequeños suministros de agua de manera más efectiva en políticas, regulaciones y programas de apoyo.

"La voluntad política, la regulación basada en el riesgo y el aumento de la inversión han demostrado ser eficaces para ampliar el acceso al agua potable a través de pequeños suministros", afirmó Bruce Gordon, Jefe de la Unidad de Agua, Saneamiento, Higiene y Salud de la OMS. "Las Directrices apoyarán y mejorarán aún más los esfuerzos de las partes interesadas en todos los niveles para mejorar la seguridad y la sostenibilidad de los pequeños suministros de agua".

Basándose en los 60 años de historia de la OMS en la elaboración de estándares de calidad del agua potable, estas publicaciones tienen como objetivo apoyar y guiar el logro de la meta 6.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que se centra en el agua potable gestionada de forma segura para todos, en todas partes, para 2030.

Fuente:

 
 

Marzo, 2024

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